Hay cinco factores que intervienen en el proceso de visión
de cerca. Éstos cinco factores han sido trastocados con ocasión de la aparición
de la presbicia.
El primer factor
es el de la correlación entre el
esfuerzo de los músculos externos que intervienen en el enfoque de la convergencia y la acomodación consciente del cristalino. Se supone que a un grado de
esfuerzo de los músculos externos cercanos a la nariz debe corresponder un
esfuerzo paralelo por parte del músculo ciliar. Pero como, debido a la
presbicia, se ha endurecido el cristalino y se ha hecho más grande, el músculo
ciliar debe aprender a realizar un esfuerzo correlativamente mayor.
El segundo factor,
pues, es el de esforzar más el músculo
ciliar para conseguir el grado de acomodación que antes lograba que tuviera
el cristalino.
El tercer factor
consiste en realizar con tanta frecuencia movimientos extremos de acomodación
que, esto unido a una nutrición apropiada para el ojo y a ser posible para el
cristalino, que de por resultado una vuelta
a una mayor elasticidad por parte del mismo.
El cuarto factor es una retina
muy enriquecida en rodopsina y yodopsina. Este factor queda asegurado a
través de una buena nutrición en la que abunden los betacarotenos y la luteina.
El quinto factor es el factor integrador de los procesos
de convergencia acomodación, y está instalado
en la fovea. Lo podemos afianzar
cuando logramos la conciencia retinal o, dicho de otro modo, una percepción
clara de las oscilaciones de los objetos cuando movemos nuestro punto de visión
de un lado a otro.
La atención a estos cinco factores es el objeto principal de
la recuperación visual frente a la presbicia.