Conforme nos hacemos mayores
adquirimos hábitos más sedentarios. Caminamos menos, realizamos menos ejercicio
físico y nuestros movimientos se van haciendo cada vez más lentos. Esta
tendencia la aceptamos como muy natural en el ser humano, sin embargo
observamos que aquellos que prestan mayor atención e interés por su agilidad
muscular, al menos de alguna parte de su cuerpo, como por ejemplo ocurre con
los músicos, que sobresalen por la rapidez con que mueven sus dedos, dan la
impresión de que para ellos no hay
ninguna perdida con la
edad.
Ellos todos
los días hacen una práctica regular con sus dedos, y sus dedos responden
perfectamente.
Como no ha habido hasta ahora una seria y generalizada cultura visual, hemos
claudicado a esta tendencia al abandono en lo que se refiere a la
prestancia que podrían darnos todavía los ojos.
Lo correcto sería entender que,
conforme sentimos que va apareciendo esta tendencia a la lentitud de reflejos y
al abandono, nosotros empezáramos a realizar
algunos ejercicios (aunque tampoco es mucho lo que se nos podría pedir), que nos asegurasen elevar nuestro tono y
agilidad de respuesta ocular. Como esto no se da, el resultado es la
aparición de la presbicia.
A cierta edad (los oftalmólogos
opinan que hacia la edad de los 45 años) ya aparecen síntomas propios de la
presbicia y la gente tiene que ir
extendiendo los brazos para ver mejor
el texto que tienen delante. Éste es el momento crítico para comenzar nuestra
cultura ocular de compensación. A partir de ese momento sería cuestión de
realizar ejercicios que consisten en
tonificar los músculos que
intervienen en los procesos de acomodación y convergencia, procurando ayudarles
para que obtengan buena señal en la
retina y garantizásemos que todos los procesos de acomodación se realicen
desde el elemento rector que es la fóvea.
De este modo en lugar de
conformarnos a que nuestros ojos vayan haciéndose duros, que reaccionen cada vez más lentos y como
habituándose a una vida sedentaria, nos demostraríamos que nuestros ojos son
todavía dúctiles, flexibles, ágiles y con un tono vivaz y atlético.
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